Exodo 32:14-29 Nueva Biblia al Día (NBD)

2-3. —Tráiganme los aretes de oro que tengan sus esposas, hijos e hijas —respondió Aarón.Así que todos los que tenían aretes se los quitaron y se los entregaron a Aarón.

14. Entonces el SEÑOR tuvo compasión de ellos y no los destruyó.

15. Luego Moisés descendió del monte, llevando en sus manos las dos tablas de piedra, en las que estaban escritos los mandamientos por ambos lados.

16. Dios mismo preparó las tablas y escribió en ellas.

17. Cuando Josué oyó el bullicio del pueblo que gritaba, le dijo a Moisés:—Suena como si estuvieran preparándose para la guerra.

18. Pero Moisés le respondió:—No es grito de victoria ni de derrota lo que yo oigo; lo que escucho son canciones.

19. Cuando llegaron cerca del campamento, Moisés vio el becerro y las danzas, y con terrible ira arrojó las tablas al suelo, al pie del monte, y se rompieron.

20. Luego tomó el becerro, lo fundió en fuego, y cuando se enfrió el metal, lo molió hasta hacerlo polvo. Mezcló ese polvo con agua, para que el pueblo bebiera.

21. Después se dirigió a Aarón, y le preguntó:—¿Qué te ha hecho este pueblo, para que le hagas cometer este terrible pecado?

22. —No te enojes tanto —dijo Aarón —. Tú bien sabes que este pueblo es inclinado a la maldad.

23. Ellos me dijeron. “Haznos un dios que nos dirija, porque algo le habrá ocurrido a Moisés, el que nos sacó de Egipto”.

24. Entonces les dije: “tráiganme sus aretes”. Ellos me los trajeron, los eché al fuego... y ¡salió este becerro!

25. Cuando Moisés vio que Aarón no había podido guiar bien a los israelitas, y que por eso se habían vuelto locos, de tal modo que la gente de otros pueblos se estaban burlando de ellos,

26. se paró a la entrada del campamento y gritó: «¡Todos los que estén de parte del SEÑOR, vengan aquí y únanse a mí!» Entonces todos los levitas se acercaron.

27. Moisés les dijo: «El SEÑOR, Dios de Israel, les ordena que tomen sus espadas y recorran el campamento, de uno a otro extremo, y maten a sus hermanos, parientes y vecinos».

28. Los levitas lo hicieron, y aquel día mataron a unos tres mil hombres.

29. Moisés, entonces, les dijo: «Hoy se han santificado para el servicio del SEÑOR, porque han obedecido, aun cuando tuvieron que dar muerte a sus hijos y hermanos. Ahora el SEÑOR les dará una gran bendición».

Exodo 32