2. Un día podrán ustedes contarles a sus hijos y a sus nietos las cosas increíbles que estoy haciendo en Egipto. Les contarán cómo destruí a los egipcios, y cómo demostré que yo soy el SEÑOR».
3. Moisés y Aarón pidieron otra audiencia al faraón y le dijeron:El SEÑOR, Dios de los hebreos, pregunta: «¿Hasta cuando te negarás a someterte a mí? Deja que mi pueblo vaya y me adore.
6. Estarán en tu palacio, en las casas de tus funcionarios y en todas las casas de Egipto. Jamás en la historia de Egipto ha habido una plaga como ésta».Tan pronto acabó de hablar, Moisés dio media vuelta y se retiró.
7. Los funcionarios se presentaron delante del faraón, y le preguntaron:—¿Vas a permitir que seamos destruidos completamente? ¿No sabes que todo Egipto está en ruinas? Deja que ese pueblo vaya y adore al SEÑOR su Dios.
8. Entonces, el faraón mandó a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo:—Bien, salgan y adoren al SEÑOR su Dios. Pero necesito que me informen cuántos irán.
9. —Iremos con nuestros niños y nuestros ancianos, nuestras ovejas y nuestras vacas —respondió Moisés—. Llevaremos todo lo nuestro, porque iremos en santa peregrinación.
10. —¡Que el SEÑOR los ayude! —respondió el faraón—. ¿Acaso creen que les dejaré llevar a los pequeños? ¡Ya veo lo que están planeando!
11. ¡Jamás accederé a esto! Si quieren ir a adorar al SEÑOR, entonces vayan solamente ustedes los hombres.Luego echaron de la presencia del faraón a Moisés y a Aarón.