1. Después de esto, los jefes de los judíos vinieron a mí para decirme que muchos judíos, aun algunos sacerdotes y levitas, se habían mezclado con los pueblos vecinos y habían adquirido las horribles costumbres de los hititas, los ferezeos, los jebuseos, los amonitas, los moabitas, los egipcios y los amorreos.
2. Y que algunos hombres de Israel se habían casado con mujeres de estas naciones paganas. De modo que el pueblo santo de Dios se estaba contaminando mediante estos matrimonios mixtos, y algunos de los jefes políticos del pueblo eran los primeros en dar mal ejemplo.
3. Cuando oí esto, rasgué mi ropa, me arranqué los cabellos y la barba, y me senté lleno de angustia.
4. Entonces muchos de los que obedecían las palabras del Dios de Israel, debido a este pecado del pueblo, vinieron y se sentaron conmigo hasta la hora del holocausto de la tarde.