12. Todo se puede obtener con sabiduría o con dinero, pero en la sabiduría hay muchas ventajas.
13. Observa los métodos de Dios, y ponte en armonía con ellos. No vayas en contra de la naturaleza.
14. Disfruta de los buenos tiempos siempre que puedas, y cuando lleguen los malos tiempos, reconoce que unos y otros proceden de Dios, para que todos se den cuenta de que no hay nada seguro en esta vida.
15-17. He visto de todo en esta loca vida, inclusive que a los justos los destruye su justicia y los malvados disfrutan de larga vida. No seas, pues, ni demasiado bueno ni demasiado sabio. ¿Para qué vas a matarte? Por otra parte, no seas tampoco demasiado malo: ¡no seas necio! ¿Para qué morir antes de tiempo?
18. Pon manos a la obra que te corresponda, y si temes a Dios puedes confiar en sus bendiciones.
19. Un sabio tiene más poder que los alcaldes de diez grandes ciudades.
20. Y no hay en toda la tierra un ser humano que sea siempre bueno y no peque jamás.
21-22. No escuches a hurtadillas. Podrías oír a tu siervo murmurando de ti. Bien sabes cuán a menudo hablas tú mal del prójimo.
23. He hecho lo posible por ser sabio. Dije: «Yo quiero ser sabio», pero fue inútil.
24. Lejana y difícil de hallar es la sabiduría.
25. Investigué por doquier resuelto a hallar sabiduría y la razón de las cosas, y a comprobar que la insensatez es maldad y la necedad locura.
26. Pero más amarga que la muerte es aquella mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos cadenas. Quien agrada a Dios se librará de ella, pero los pecadores no huyen de sus lazos.
27-28. A esta conclusión llego, dice el Predicador. Paso tras paso llegué a este resultado tras investigar en todas direcciones: de mil hombres, uno podía tenerse por sabio; y de las mujeres, ninguna.
29. Y descubrí que si bien Dios hizo íntegros a los hombres, cada cual se apartó para ir por su camino cuesta abajo.