Deuteronomio 29:18-28 Nueva Biblia al Día (NBD)

2-3. Convocó a todo Israel ante su presencia y les dijo:«Ustedes vieron con sus propios ojos las grandes plagas y los milagros portentosos que el SEÑOR hizo caer sobre el faraón y su pueblo en Egipto.

18. El día en que cualquiera de ustedes, hombre o mujer, familia o tribu de Israel, comience a apartarse del SEÑOR nuestro Dios y desee adorar los dioses de esas naciones, ese día saldrá de entre ustedes una raíz que producirá fruto amargo y venenoso.

19. »Que ninguno de ustedes, al oír las advertencias de esta maldición, piense livianamente y se diga: “Prosperaré aun cuando me conduzca de acuerdo con mi propio capricho”. Porque será la ruina de todos.

20. El Señor no lo perdonará. Su ira se encenderá contra aquella persona. Todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre ella y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo.

21. El SEÑOR cortará a ese hombre de entre todas las tribus de Israel y derramará sobre él todas las maldiciones que están escritas en este libro, y que caerán sobre los que rompan este pacto.

22. Y los hijos de ustedes, las generaciones venideras y los extranjeros de tierras distantes que pasen verán la destrucción de la tierra y las enfermedades que el SEÑOR ha enviado sobre ella.

23. Verán que toda la tierra es azufre y sal, desierta y calcinada, sin cultivar, tierra que no produce, ni siquiera hierba, como las de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín, que el Señor destruyó en medio de su ira.

24. »“¿Por qué el SEÑOR trató así a esta tierra?” preguntarán las naciones. “¿Por qué se encendió de tal modo su ira?”

25. »Y se les dirá: “Porque el pueblo de esta tierra quebrantó el pacto que hicieron con el SEÑOR, Dios de sus antepasados, quien los sacó de la tierra de Egipto.

26. Ellos adoraron a otros dioses que no conocían ni habían hecho nada por ellos.

27. Por esta razón la ira del SEÑOR se encendió contra esta tierra, y todas las maldiciones, escritas en este libro, cayeron sobre ellos.

28. Con gran ira el SEÑOR los desarraigó de su tierra y los lanzó a otra tierra, donde viven todavía”.

Deuteronomio 29