Deuteronomio 29:12-23 Nueva Biblia al Día (NBD)

2-3. Convocó a todo Israel ante su presencia y les dijo:«Ustedes vieron con sus propios ojos las grandes plagas y los milagros portentosos que el SEÑOR hizo caer sobre el faraón y su pueblo en Egipto.

12. Están aquí esperando establecer un pacto con el SEÑOR su Dios, pacto que él hace con ustedes hoy, bajo juramento.

13. Él desea confirmarlos hoy como su pueblo y confirmar que él es su Dios como prometió a sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.

14. Este pacto no lo hace sólo con ustedes los que están aquí delante de él en este día,

15. sino también con todas las generaciones futuras de Israel.

16. »Ciertamente recuerdan cómo vivimos en la tierra de Egipto y cómo salimos de ella, cómo cruzamos a salvo el territorio de las naciones enemigas.

17. Y ustedes han visto todos sus ídolos paganos hechos de piedra, de madera, de plata y de oro.

18. El día en que cualquiera de ustedes, hombre o mujer, familia o tribu de Israel, comience a apartarse del SEÑOR nuestro Dios y desee adorar los dioses de esas naciones, ese día saldrá de entre ustedes una raíz que producirá fruto amargo y venenoso.

19. »Que ninguno de ustedes, al oír las advertencias de esta maldición, piense livianamente y se diga: “Prosperaré aun cuando me conduzca de acuerdo con mi propio capricho”. Porque será la ruina de todos.

20. El Señor no lo perdonará. Su ira se encenderá contra aquella persona. Todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre ella y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo.

21. El SEÑOR cortará a ese hombre de entre todas las tribus de Israel y derramará sobre él todas las maldiciones que están escritas en este libro, y que caerán sobre los que rompan este pacto.

22. Y los hijos de ustedes, las generaciones venideras y los extranjeros de tierras distantes que pasen verán la destrucción de la tierra y las enfermedades que el SEÑOR ha enviado sobre ella.

23. Verán que toda la tierra es azufre y sal, desierta y calcinada, sin cultivar, tierra que no produce, ni siquiera hierba, como las de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín, que el Señor destruyó en medio de su ira.

Deuteronomio 29