4. Sijón, rey de los amorreos, había sido ya derrotado en Hesbón y el rey Og de Basán había sido derrotado en Astarot, cerca de Edrey.
5. Éstas, pues, son las palabras que Moisés declaró ante el pueblo de Israel:
6. «Hace cuarenta años, junto al monte Horeb, el SEÑOR, nuestro Dios, nos dijo: “Ya han estado aquí largo tiempo.
7. Vayan ahora y ocupen la región montañosa de los amorreos, el valle del Arabá, el Néguev, y toda la tierra de Canaán y el Líbano: toda el área desde las costas del mar Mediterráneo hasta el río Éufrates.
8. Yo se la doy a ustedes. Entren y poséanla, porque es la tierra que el SEÑOR prometió a sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob, y a todos sus descendientes”.
9. »En aquel tiempo le dije al pueblo: “Ayúdenme. Ustedes son una gran carga para que yo la lleve solo,
24-25. Los espías cruzaron las colinas y llegaron al valle de Escol, y volvieron con muestras de las frutas que allí se producían. Una sola mirada bastó para convencernos de que la tierra que el SEÑOR nos había dado era una tierra buena.
26. »Pero el pueblo no quiso entrar y se rebeló contra el mandamiento del SEÑOR.
27. Todos a una sola voz murmuraron y se quejaron en sus tiendas y dijeron: “El SEÑOR debe aborrecernos pues nos ha sacado de Egipto para ser asesinados en el desierto por estos amorreos.
28. ¿A dónde vamos a entrar? Nuestros hermanos que han visitado la tierra nos han atemorizado con todo lo que nos contaron. Dicen que la gente de esa tierra es alta y fuerte, y que los muros de sus ciudades llegan hasta el cielo. Por si fuera poco, han visto gigantes allí: los descendientes de Anac”.
29. »Pero yo les dije: “No teman.
30. El SEÑOR nuestro Dios irá delante, y peleará por ustedes como lo hizo en Egipto.