—¡Traigan a los magos, adivinos y astrólogos!, gritó. Les dijo esto a los sabios de Babilonia: ¡El que pueda leer esa escritura sobre la pared, y descifrar lo que significa, será vestido con la ropa púrpura de la realeza; se le pondrá en el cuello una cadena de oro, y será el tercero en la jerarquía de mi reino!