23. ¡Te doy gracias y declaro tu gran bondad, oh Dios de mis antepasados, pues me has dado sabiduría y poder! Me has concedido lo que te pedimos, nos has mostrado el sueño del rey.
24. Entonces Daniel entró a ver a Arioc, a quien se le había ordenado ejecutar a los sabios de Babilonia, y le dijo:—No los mates. Llévame al rey y yo le diré el significado del sueño.
25. Arioc llevó a Daniel apresuradamente ante el rey y le dijo:—¡He encontrado a uno de los judíos cautivos que puede darle a Su Majestad la interpretación del sueño!
26. El rey le dijo a Daniel, a quien también le llamaban Beltsasar:—¿Es esto cierto? ¿Puedes tú hacerme conocer el sueño que tuve y lo que significa?
27. Daniel respondió:—Ningún sabio, astrólogo, mago o adivino puede descubrir al rey tales cosas,
28. pero hay un Dios en el cielo capaz de revelar los secretos, y él le ha mostrado a usted, rey Nabucodonosor, lo que va a pasar en el futuro. Éste fue su sueño y las visiones que tuvo mientras estaba en su cama:
29. Mientras Su Majestad dormía, soñó los acontecimientos que están por venir. Entonces Dios le mostró en sueños lo que va a suceder.
30. Pero recuerde que no es porque yo sea más sabio que los demás seres humanos que conozco el secreto de su sueño, sino porque Dios quiere que entienda lo que usted cavilaba en su cama.
31. »En su sueño, Su Majestad vio una enorme y poderosa estatua de un hombre, de un brillo extraordinario y aspecto terrible.
32. La cabeza de la estatua estaba hecha del oro más puro; su pecho y sus brazos de plata; su vientre y sus muslos de bronce;
33. sus piernas de hierro; sus pies estaban hechos en parte de hierro y en parte de arcilla.
34. Pero mientras Su Majestad miraba la estatua, una piedra que ninguna persona había tocado se desprendió y vino y golpeó los pies de la estatua.
35. Entonces toda la estatua se desplomó en una pila de hierro, arcilla, bronce, plata y oro; sus pedazos se hicieron polvo, y el viento se los llevó. Pero la piedra que había derribado la estatua llegó a ser una gran montaña, tan grande que cubrió toda la tierra.
36. »Este fue el sueño. Ahora le diré a Su Majestad lo que significa.
37. Su Majestad tiene dominio sobre muchos reyes, pues el Dios del cielo le ha dado su reino, poder, fuerza y gloria.
38. Él ha hecho que Su Majestad gobierne sobre las provincias más distantes y aun los animales y las aves están bajo su control. Usted es la cabeza de oro.
39. Pero después que su reino haya llegado a su fin, otro reino de menor importancia surgirá para tomar su lugar. Y después que ese reino haya caído, otro reino, el tercero, representado por el vientre y muslos de bronce, se levantará para reinar sobre el mundo.