1. Luego Dios el SEÑOR me mostró en una visión una canasta llena de fruta madura, y me preguntó:
2. —¿Qué ves, Amós?Yo le contesté:—Una canasta llena de fruta madura.Luego el SEÑOR me dijo:—Esta fruta representa a mi pueblo Israel, pues ya está maduro para recibir el castigo que merece; de modo que no voy a perdonarlo más.
3. El día que lo castigue, en el templo se entonarán cantos fúnebres en vez de alabanzas alegres. Serán tantos los muertos que habrá cadáveres por todas partes, y serán sacados fuera de la ciudad en silencio, con mucha pesadumbre. Lo ha dicho Dios el SEÑOR.
4. Escuchen, ustedes, comerciantes que explotan a los pobres y ustedes, terratenientes que causan la ruina de los necesitados arrebatándoles su tierra.