1. Por eso, tú, Timoteo, hijo mío, aprópiate de la fuerza que Jesucristo da por su amor.
2. Lo que me has oído decir en presencia de muchos, enséñalo a creyentes de confianza que, a su vez, lo puedan enseñar a otros.
3. Soporta los sufrimientos junto con nosotros como buen soldado de Jesucristo.
4. No te enredes en los asuntos de esta vida, porque ello no agradaría al que te tomó por soldado.
5. De la misma manera, el atleta obedece las reglas del deporte si no quiere ser descalificado y perder el premio.
6. También el agricultor: trabaja duro para recibir primero parte de la cosecha.
7. Medita en esto que te digo, y que el Señor te ayude a comprenderlo.