9. Que yo he estado con él adondequiera que ha ido y he derrotado a sus enemigos. Que yo engrandeceré aún más su nombre, para que sea uno de los hombres más famosos del mundo.
12. Porque cuando tú mueras, yo pondré a uno de tus hijos en tu trono y haré que su reino sea fuerte.
13. Él será el que me va a edificar un templo, y yo estableceré su trono para siempre.
14. Yo seré su Padre y él será mi hijo. Si él me falla, yo lo castigaré como un padre castiga a su hijo,
15. pero no le retiraré mi amor como sí se lo retiré a Saúl, tu antecesor.
16. Tu dinastía y tu reino gozarán de mi favor, de modo que tu trono será establecido para siempre».
17. Natán, pues, fue ante David y le dijo todo lo que el SEÑOR le había dicho.
18. Entonces David entró a la carpa donde estaba el cofre y se sentó delante del SEÑOR, y le dijo: «Mi SEÑOR y Dios, ¿por qué me has engrandecido, si yo y mi familia somos tan insignificantes?
19. Y ahora, además de todo, hablas de darme una dinastía eterna. Tu generosidad es superior a lo que de un hombre se pudiera esperar. Mi SEÑOR y Dios
20. ¿qué más puedo decir? Porque tú sabes cómo soy.
21. Tú haces todas estas cosas porque tú lo has prometido y lo has querido.
22. »¡Cuán grande eres, mi SEÑOR y Dios! ¡Nunca hemos oído de un Dios como tú! ¡Es que no existe otro dios!
23. ¿Qué otras naciones en la tierra han recibido bendiciones similares a las de Israel tu pueblo? Porque tú rescataste de la esclavitud a tu nación escogida, para traer gloria a tu nombre. Tú la rescataste para ti de Egipto, de las otras naciones y de sus dioses.
24. Tú escogiste a Israel para que sea tu pueblo para siempre, y tú has sido nuestro Dios.