1. Después de esto, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón y le dijeron a David: «Aquí estamos, nosotros somos sus hermanos de sangre.
10. David, pues, se fortalecía cada vez más, porque el SEÑOR, Dios Todopoderoso, estaba con él.
11. El rey Hiram de Tiro envió cedro, carpinteros y albañiles para edificarle un palacio a David.
12. Entonces David pudo comprender que el SEÑOR lo estaba confirmando como rey, y había bendecido mucho su reinado por amor a Israel, su pueblo escogido.
13. Después de trasladarse de Hebrón a Jerusalén, David tomó otras esposas y concubinas, y tuvo muchos hijos e hijas.
14-16. Éstos son los hijos que le nacieron en Jerusalén:Samúa, Sobab, Natán, Salomón, Ibjar, Elisúa, Néfeg, Jafía, Elisama, Eliadá y Elifelet.