8. Al llegar a Hebrón, se la entregaron a David, al tiempo que le decían:—¡Mire, mi rey! Ésta es la cabeza de Isboset, el hijo de su enemigo Saúl, el que trató de matarlo. Hoy el SEÑOR le ha dado la venganza sobre el rey Saúl y toda su familia.
9. Pero David les contestó:—¡Juro delante del SEÑOR, que me salvó de todos mis enemigos, que ustedes morirán!
10. La recompensa que le di a aquel que me dijo: “Saúl ha muerto”, pensando que me traía una buena noticia, fue apresarlo y hacerlo matar en Siclag.
11. Si eso hice con ese hombre, ¿creen ustedes que los voy a perdonar? ¡Ustedes pagarán con su propia vida el haber dado muerte a un hombre bueno, mientras dormía tranquilo en su casa! ¡Me vengaré de ustedes eliminándolos de este mundo!
12. David ordenó que les dieran muerte, y así lo hicieron. Les cortaron las manos y los pies y colgaron sus cuerpos cerca del pozo en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Isboset y la sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.