2 Reyes 4:1-15-16 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Un día la esposa de uno de los miembros de la escuela de profetas le contó a Eliseo que su esposo había muerto. Era un hombre que amaba a Dios, según dijo ella. Pero al morir debía algún dinero, y el acreedor le estaba exigiendo su pago. Si ella no pagaba, la amenazó con llevarse a sus dos hijos como esclavos.

10. Hagamos una habitación en la terraza para que, cada vez que venga al pueblo, se quede ahí. Podemos poner una cama, una mesa, una silla y una lámpara. Así, cuando venga, tendrá un lugar donde quedarse».

11-12. Un día que Eliseo estaba descansando en la habitación, le dijo a su sirviente Guiezi:—Dile a la mujer que quiero hablar con ella.Cuando ella llegó,

13. él le dijo a Guiezi:—Dile que apreciamos la bondad que nos ha mostrado. Pregúntale qué podemos hacer por ella. ¿Querrá que diga una palabra en su favor al rey o al jefe del ejército?—No —respondió ella—, estoy perfectamente contenta.

14. —¿Qué podemos hacer por ella? —volvió a preguntarle Eliseo a Guiezi más tarde.Guiezi sugirió:—Ella no tiene hijos, y su marido es ya anciano.

15-16. —Dile que vuelva —le dijo Eliseo.Cuando ella regresó, él conversó con ella, mientras estaba parada en la puerta.—El próximo año por este tiempo, tendrás un hijo —le dijo Eliseo.—¡Varón de Dios! —exclamó ella—, no bromee de esa manera.

2 Reyes 4