7. Los administradores de la construcción no tienen que dar cuenta del dinero, porque son hombres honrados».
8. Un día, el sumo sacerdote Jilquías fue a ver al secretario Safán, y le dijo: «¡He encontrado, en el templo del SEÑOR, un rollo que contiene la ley del SEÑOR!» Y le entregó el rollo a Safán para que lo leyera.