7. Pero en el año veintitrés de su reinado, el templo aún no había sido reparado.
8. Entonces Joás llamó a Joyadá y a los otros sacerdotes, y les preguntó: «¿Por qué no se ha reparado los daños del templo? Desde ahora no manejarán el dinero que reciban, sino que lo entregarán para que se invierta en la reparación y restauración del templo».
9. Los sacerdotes estuvieron de acuerdo en no seguir manejando el dinero, y en no estar al frente de las reparaciones del templo.
10. El sacerdote Joyadá hizo un agujero en la cubierta de un gran cofre y lo puso a la derecha del altar, a la entrada del templo del SEÑOR. Los porteros ponían allí todas las contribuciones del pueblo.
11. Cada vez que el cofre se llenaba, el secretario de finanzas del rey y el sumo sacerdote lo contaban, lo ponían en bolsas,
16. A los administradores de la construcción no se les pedía cuentas del dinero, porque eran hombres honestos y fieles.
17. Sin embargo, el dinero que se daba para ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo del SEÑOR, sino que se entregaba a los sacerdotes para su uso personal.
18. En este tiempo, Jazael, rey de Siria, atacó la ciudad de Gat y la conquistó. Luego se dirigió hacia Jerusalén, con el fin de atacarla.