1. Cuando la reina de Sabá oyó hablar de la legendaria sabiduría de Salomón, vino a Jerusalén para someterlo a prueba con preguntas difíciles. La acompañaba un séquito numeroso de ayudantes y sirvientes, y camellos cargados de especias, oro y piedras preciosas.
2. Salomón respondió a todas sus preguntas; no hubo nada que no conociera y que no pudiera explicar.
3. Al darse cuenta de la sabiduría del rey Salomón, de la belleza del palacio que edificó
4. y de lo maravilloso de la comida en sus mesas, y de la cantidad de ayudantes y sirvientes que tenía, y de sus uniformes espectaculares y de los oficiales vestidos con sus mejores galas, y vio el porte de los hombres de la guardia de turno, se quedó asombrada.
5. Y exclamó delante del rey: «¡Todo cuanto oí decir de ti en mi país es verdad!