2 Crónicas 7:1-8 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Cuando Salomón terminó de orar, cayeron del cielo ráfagas de fuego y consumieron el holocausto y los sacrificios.

2. Y la gloria del SEÑOR llenó el templo del SEÑOR de tal manera que los sacerdotes no podían entrar.

3. Cuando los israelitas vieron que el fuego caía y que la gloria del SEÑOR llenaba su templo, se arrodillaron hasta tocar el piso con la frente y adoraron al SEÑOR, diciendo: «¡El SEÑOR es bueno, y su amor y bondad son para siempre!»

4-5. El rey y todo el pueblo procedieron a consagrar el templo mediante el sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas, que fueron entregados por el rey Salomón.

6. Los sacerdotes estaban de pie en sus lugares de desempeño de sus deberes, y los levitas tocaban su cántico de acción de gracias: «Su amor y su bondad son para siempre», con los instrumentos musicales que el rey David mismo había hecho y había utilizado para alabar al SEÑOR. Cuando los sacerdotes tocaron las trompetas, el pueblo se puso de pie otra vez.

7. Salomón consagró también el atrio interior del templo, para que en esta ocasión se usara como lugar de sacrificio, porque en el altar de bronce no cabían tantos animales sacrificados.

8. Durante los siete días siguientes celebraron la fiesta de los tabernáculos, y multitudes vinieron de todas partes de Israel, desde los que vivían en Lebó Jamat hasta los que vivían en las cercanías del río Nilo, en Egipto.

2 Crónicas 7