2. Pero su reinado fue malo, porque fomentó la adoración a los ídolos paganos entre el pueblo, los ídolos de las naciones que el SEÑOR destruyó cuando su pueblo entró en la tierra.
3. Reedificó los altares paganos que su padre Ezequías había derribado, los altares de Baal, e hizo imágenes de la diosa Aserá y del sol, la luna y las estrellas.
6. Además, quemó a sus hijos en el valle de Bet Hinón, como sacrificio para sus dioses. Además, consultó a espiritistas, a adivinos y a encantadores, y fomentó toda suerte de mal, con lo que provocó la ira del SEÑOR.
7. Colocó el ídolo que había hecho en el mismo templo de Dios, lugar del cual Dios le había dicho a David y a su hijo Salomón: «Seré honrado en este templo y en Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre las demás ciudades de Israel.
8. Y si obedecen los mandamientos que di por medio de Moisés, jamás dejaré que Israel sea expulsado de la tierra que les di a sus antepasados».
9. Pero Manasés indujo a la gente de Judá y de Jerusalén a cometer males mayores que los pueblos que el SEÑOR había destruido, cuando Israel entró en la tierra:
10. El SEÑOR habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no le hicieron caso.
11. Entonces Dios envió a los ejércitos asirios, los que capturaron a Manasés y se lo llevaron atado con grillos y cadenas de bronce a Babilonia.