21. Llevaban consigo siete becerros, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para presentar una ofrenda por el pecado del reino, del santuario y de Judá. El rey ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que sacrificaran los animales y los quemaran por completo en el altar del SEÑOR.
22. Los sacerdotes mataron los becerros, tomaron la sangre y la rociaron sobre el altar. Luego mataron los carneros y rociaron su sangre sobre el altar, y lo mismo hicieron con los corderos.
23. Los machos cabríos para la ofrenda por el pecado fueron llevados ante el rey y sus funcionarios, para que pusieran las manos sobre ellos.
24. Entonces los sacerdotes los inmolaron, y derramaron la sangre sobre el altar, como sacrificio por el pecado, para hacer expiación por todo Israel, según el mandato del rey, porque el rey había especificado que el holocausto y el sacrificio por el pecado debían ser presentados en favor de todo Israel.