2 Crónicas 24:4-21 Nueva Biblia al Día (NBD)

4. Un día Joás decidió reparar el templo del SEÑOR.

5. Convocó a los sacerdotes y a los levitas, y les dio estas instrucciones: «Vayan por todas las ciudades de Judá y recojan ofrendas, para que podamos reparar el templo. ¡Háganlo inmediatamente!»Pero los levitas no atendieron la orden del rey.

6. Entonces el rey llamó al sumo sacerdote Joyadá, y le preguntó: «¿Por qué no has exigido que los levitas salgan a cobrar a Judá y a Jerusalén la contribución que Moisés, siervo del SEÑOR, impuso a la congregación de Israel para la tienda de testimonio?»

9. Entonces se pregonó en todas las ciudades de Judá y en Jerusalén que el pueblo debía traer al SEÑOR la contribución que Moisés, siervo de Dios, había impuesto sobre Israel, cuando estaban en el desierto.

10. Y todos los jefes y el pueblo trajeron con alegría el dinero, y lo depositaron en la caja hasta llenarla.

11. Cuando veían que había mucho dinero, los levitas llevaban la caja al rey, y uno de los secretarios y representantes del sumo sacerdote contaba el dinero. Luego volvían a colocar la caja en su lugar. Así lo hacían todos los días, y recogieron mucho dinero.

12. El rey y Joyadá daban el dinero a los maestros de obras, quienes contrataban albañiles y carpinteros para restaurar el templo, y fundidores para hacer artículos de hierro y de bronce.

13. De esta manera la obra siguió progresando, hasta que se terminó la reparación y quedó tal como era antes.

14. Cuando todo estuvo acabado, el resto del dinero fue llevado al rey y a Joyadá, quienes lo usaron para hacer cucharones de oro y plata, incensarios y otros instrumentos necesarios para los sacrificios y ofrendas.Durante toda la vida del sumo sacerdote Joyadá se ofrecieron holocaustos en el templo en forma continua.

15. Joyadá vivió hasta una edad muy avanzada, y murió a los ciento treinta años.

16. Lo sepultaron en la ciudad de David, entre los reyes, porque había servido fielmente a Israel, a Dios y a su templo.

19. El SEÑOR les envió profetas, para que les advirtieran de su pecado y los animaran a volver a él, pero el pueblo no quiso oírlos.

20. Un día, el espíritu de Dios descendió sobre Zacarías hijo de Joyadá, el cual convocó a una reunión de todo el pueblo. Parado sobre una plataforma delante de ellos, les dijo: «Esto es lo que dice el SEÑOR: ¿Por qué desobedecen ustedes mis mandamientos? Todo lo que consiguen con su actitud es que les vaya mal. ¡Como ustedes me han abandonado, yo también los abandonaré a ustedes!».

21. Entonces los jefes se confabularon para matar a Zacarías. El mismo rey Joás ordenó que fuera ejecutado en el atrio del templo.

2 Crónicas 24