6. Se libraban guerras externas y batallas internas de ciudades contra ciudades, porque Dios estaba castigándolos con toda clase de calamidades.
7. Pero ustedes, habitantes de Judá, manténganse en el cumplimiento del deber y no se desanimen, porque recibirán el premio».
8. Cuando el rey Asá oyó este mensaje de parte de Dios, se llenó de valor y destruyó todos los ídolos que había en las tierras de Judá y de Benjamín, y en las ciudades que había capturado en la región montañosa de Efraín. Además, reconstruyó el altar del SEÑOR frente al templo.