7. Aquella noche Dios se presentó a Salomón y le dijo:—¡Pídeme cualquier cosa, y te la daré!
8. Salomón contestó:—¡SEÑOR, tú fuiste bondadoso y bueno con mi padre David, y ahora me has dado el reino!
9. Sólo una cosa puedo pedir, ya que has cumplido la promesa hecha a David mi padre y me has hecho rey sobre una nación tan numerosa como el polvo de la tierra.
10. Te suplico que me des sabiduría e inteligencia para gobernar correctamente, porque ¿quién sería capaz de gobernar por sí mismo a una nación tan grande como este pueblo tuyo?
11. Dios le respondió:—Por cuanto tu más grande anhelo es ayudar a tu pueblo, y no has pedido riqueza personal ni honores, ni me has pedido que maldiga a tus enemigos, ni has solicitado una larga vida, sino que has pedido sabiduría y conocimiento para guiar a mi pueblo en forma adecuada,