2 Corintios 8:2-14 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. Aunque los hermanos han estado pasando por grandes tribulaciones, han mezclado la extrema pobreza que padecen con el gozo extraordinario que experimentan, y como resultado, han abundado en rica generosidad.

3. No han dado sólo lo que pueden dar, sino mucho más; y soy testigo de que lo han hecho voluntariamente,

4. pues nos suplicaron con insistencia que les concediéramos el privilegio de ofrendar para los cristianos de Jerusalén.

5. Y, mejor todavía, sobrepasaron nuestras más altas expectativas: lo primero que hicieron fue dedicarse por entero al Señor y luego se pusieron a nuestra disposición, de acuerdo con la voluntad de Dios.

6. Por ello le supliqué a Tito que fuera a verlos y los instara a completar la generosa colecta, que él ya había iniciado entre ustedes.

7. Ustedes son paladines en muchas cosas: en su fe en Dios, en buena predicación, en conocimiento, en dedicación al servicio y en amor hacia nosotros. Ahora deseo que se pongan a la cabeza en la gracia de dar.

8. No les estoy dando una orden; esta sería una manera de demostrar que su amor es sincero, en comparación con lo que los demás están haciendo.

9. Ustedes ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo; aunque era rico, se hizo pobre por amor a ustedes, para que mediante su pobreza se enriquecieran ustedes.

10. Deseo sugerirles que terminen lo que empezaron hace un año, porque fueron no tan sólo los primeros en lanzar la idea, sino los primeros en ponerla en práctica.

11. Ya que empezaron con tanto entusiasmo, llévenlo a feliz término con el mismo ánimo.

12. Si están de veras ansiosos de dar, la cantidad que den será bien recibida. Dios quiere que den de lo que tienen; no de lo que no tienen.

13. Por supuesto, mi intención no es que se sacrifiquen para que los demás vivan bien. Se trata de que haya igualdad.

14. En esta ocasión ustedes tienen bastante y pueden ayudarlos en su necesidad; quizás en otra ocasión ustedes sean los necesitados y ellos los ayudarán. De esta manera habrá igualdad.

2 Corintios 8