5. Sin embargo, no creo que esos superapóstoles sean mejores que yo.
6. Quizás yo sea un mal orador, pero por lo menos sé lo que estoy diciendo, como ya se los he demostrado muchas veces.
7. ¿Será que hice mal en predicarles gratuitamente, con lo cual creí humillarme para enaltecerlos a ustedes?
8. Para estar entre ustedes, «despojé» a otras iglesias, que sufragaron mis gastos con el dinero que me enviaban; y todo por predicarles gratuitamente.
9. Cuando estuve entre ustedes y tuve necesidad, no pedí nada a nadie, porque los hermanos que llegaron de Macedonia suplieron para mis necesidades. No, jamás les he pedido nada, y jamás lo haré.
10. Estoy tan seguro de ello, como de que conozco la verdad de Cristo. Nadie me va a impedir que esté orgulloso de esto en toda la región de Acaya.
11. ¿Por qué? ¿Será porque no los amo? Dios sabe que sí los amo.
12. Lo hago para desmentir a los que se jactan de trabajar para Dios de la misma manera que nosotros.
13. Dios nunca envió a esos hombres; no son más que estafadores que les han hecho creer que son apóstoles de Cristo.
14. Esto no me sorprende. Satanás puede disfrazarse de ángel de luz.
15. ¡No es extraño que sus siervos se disfracen como gente que hace el bien! ¡Un día recibirán el castigo que por sus perversas obras merecen!
16. De nuevo les suplico que no crean que he perdido el juicio al hablar así; pero aun si lo creen, dejen que este loco presuma un poco.
17. El Señor no me ha mandado a jactarme de nada; si lo hago es porque estoy portándome como un desquiciado.