2 Corintios 1:8-20 Nueva Biblia al Día (NBD)

8. Creo que deben conocer, hermanos, las tribulaciones que pasamos en Asia. Nos vimos tan aplastados bajo tanta presión que temimos no salir de allí con vida.

9. Nos pareció que estábamos ya sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que puede hasta resucitar a los muertos.

10. Él nos libró de la muerte y de la misma manera nos volverá a librar cuando sea necesario. En él hemos puesto nuestra esperanza.

11. Pero ustedes nos ayudaron también con sus oraciones, y juntos podremos elevar alabanzas a Dios al contestar él los ruegos por nuestra seguridad.

12. Con gran satisfacción y sinceridad podemos afirmar que siempre hemos dependido de la gracia del Señor y no de nuestra sabiduría y que siempre hemos sido puros y sinceros en el mundo, especialmente en cuanto a la forma en que nos hemos comportado con ustedes.

13. Les escribimos de forma directa y fácil de comprender. Espero que me entiendan,

14. como ya han entendido que pueden estar orgullosos de nosotros, de la misma manera que nosotros estaremos orgullosos de ustedes el día en que nuestro Señor Jesús regrese.

15. Estaba tan confiado en esto, que primero quise visitarlos a ustedes para serles de doble bendición;

16. es decir, hacer un alto en mi viaje a Macedonia y luego hacer lo mismo en el viaje de regreso. Así me podrían ayudar a seguir el viaje a Judea.

17. ¿Por qué cambié de planes? ¿Estaría de veras decidido? ¿O soy de los que dicen «sí» aunque por dentro están diciendo «no»?

18. Pues tan cierto como que Dios es fiel, él sabe que yo cumplo mi palabra.

19. Timoteo, Silvano y yo les hemos hablado de Jesucristo, el Hijo de Dios. Pues bien, Jesucristo no es de los que dicen «sí» y luego dicen «no».

20. Él hace lo que dice y cumple las promesas de Dios. Y nosotros, por medio de Cristo, respondemos «amén», para gloria de su nombre.

2 Corintios 1