2. a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe: que Dios nuestro Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan su amor, misericordia y paz.
3. Cuando salí para Macedonia, te encargué que te quedaras en Éfeso y les mandaras a algunos individuos que no enseñaran falsas doctrinas
4. ni prestaran atención a leyendas y a listas larguísimas de antepasados. Tales ideas provocan discusiones en vez de llevar adelante la obra de Dios que está fundada en la fe.
5. Sigue haciéndolo, para que el amor proceda de un corazón limpio, de una conciencia buena y de una fe sincera.
6. Algunos se han olvidado de esta conducta y pasan el tiempo discutiendo asuntos inútiles.
7. Pretenden ser maestros de la ley, pero no tienen ni la más ligera idea de lo que hablan, ni entienden lo que afirman con tanta seguridad.
8. Sí, la ley es buena, pero si se aplica conforme al propósito con que Dios la dio.
9. La ley no fue instituida para los justos sino para los rebeldes y desobedientes, para los malvados y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los que maltratan a sus propios padres, para los asesinos,
10. para los adúlteros y los homosexuales, para los que trafican con vidas humanas, para los mentirosos y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana enseñanza