1 Samuel 30:10-23 Nueva Biblia al Día (NBD)

10. Cuando llegaron al arroyo de Besor, doscientos hombres estaban demasiado cansados para cruzar, pero los otros cuatrocientos siguieron la marcha.

11-12. En el camino encontraron a un joven egipcio y lo llevaron a la presencia de David. No había comido ni bebido durante tres días, así que le dieron una porción de higos secos, dos racimos de pasas y agua, y pronto recobró sus fuerzas.

13. —¿Quién eres y de dónde vienes? —le preguntó David.—Yo soy egipcio, siervo de un amalecita —respondió—. Mi amo me dejó atrás hace tres días porque estaba enfermo.

14. Íbamos de regreso después de haber atacado el sur de los quereteos, de Judá y de Caleb y habíamos quemado a Siclag.

15. —¿Puedes decirme adónde fueron? —preguntó David.Y el joven respondió:—Si me promete por el nombre de Dios que no me matará ni me devolverá a mi amo, yo lo guiaré hacia donde ellos están.

16. Los condujo, en efecto, al campamento de los amalecitas. Ellos se habían esparcido en los campos, donde comían y bebían y danzaban con gran gozo para celebrar la gran cantidad de botín que habían tomado de los filisteos y de los hombres de Judá.

17. David y sus hombres los atacaron y estuvieron peleando con ellos toda aquella noche y todo el día siguiente hasta la tarde. Ninguno escapó, salvo cuatrocientos jóvenes que huyeron en camellos.

18-19. David recuperó todo lo que ellos le habían tomado. Los hombres recobraron sus familias y todas sus pertenencias, y David rescató también a sus dos esposas.

20. Los soldados reunieron todos los rebaños de ovejas y el ganado vacuno y lo condujeron delante de ellos.—Todo esto te pertenece; es tu recompensa —le dijeron a David.

21. Cuando llegaron al arroyo de Besor y encontraron a los doscientos hombres que habían estado muy cansados para seguir adelante, David los saludó con alegría.

22. Pero algunos de los rufianes que estaban entre los hombres de David declararon:—Ellos no fueron con nosotros, y no tienen parte en el botín. Devuélveles sus esposas y sus hijos y diles que se vayan.

23. Pero David dijo:—No, hermanos míos. El SEÑOR nos ha guardado y nos ha ayudado a derrotar al enemigo.

1 Samuel 30