1 Samuel 30:1-13 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Tres días más tarde, cuando David y sus hombres regresaron a Siclag, encontraron que los amalecitas habían invadido el sur, atacado la ciudad y la habían quemado completamente.

2. Para colmo, se habían llevado a todas las mujeres y niños.

3. Cuando David y sus hombres vieron las ruinas y comprendieron lo que le había sucedido a sus familias,

4. lloraron hasta más no poder.

5. Las dos esposas de David, Ajinoán y Abigaíl, se hallaban entre los cautivos.

6. David estaba seriamente preocupado, porque sus soldados, en su profundo dolor por sus hijos, comenzaron a hablar de matarlo. Pero David halló fortaleza en el SEÑOR su Dios.

7. —Tráeme el efod —le dijo a Abiatar el sacerdote.Y Abiatar lo trajo.

8. David preguntó al SEÑOR:—¿Saldré a perseguirlos? ¿Podré alcanzarlos?Y el SEÑOR le dijo:—Sí, ve tras ellos. Recuperarás a todos los cautivos.

9. David y sus seiscientos hombres salieron en persecución de los amalecitas.

10. Cuando llegaron al arroyo de Besor, doscientos hombres estaban demasiado cansados para cruzar, pero los otros cuatrocientos siguieron la marcha.

11-12. En el camino encontraron a un joven egipcio y lo llevaron a la presencia de David. No había comido ni bebido durante tres días, así que le dieron una porción de higos secos, dos racimos de pasas y agua, y pronto recobró sus fuerzas.

13. —¿Quién eres y de dónde vienes? —le preguntó David.—Yo soy egipcio, siervo de un amalecita —respondió—. Mi amo me dejó atrás hace tres días porque estaba enfermo.

1 Samuel 30