1 Samuel 25:13-25 Nueva Biblia al Día (NBD)

13. «Cíñanse las espadas», fue la respuesta de David, mientras se ceñía la suya. Cuatrocientos fueron con David y doscientos se quedaron para cuidar el campamento.

14. Mientras tanto, uno de los siervos de Nabal fue y le dijo a Abigail: «David envió desde el desierto a unos hombres a hablar con nuestro amo; pero él los insultó y los despidió.

15-16. Sin embargo, los hombres de David han sido muy bondadosos con nosotros y nunca sufrimos nada de parte de ellos. Es más, día y noche fueron como un muro protector para nosotros y para nuestras ovejas y nada nos fue robado en todo el tiempo en que ellos estuvieron con nosotros.

17. Será bueno que pienses algo, porque habrá dificultades para nuestro amo y para toda su familia, pues es tan obstinado que nadie puede conversar con él».

18. Abigaíl, con prontitud, tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco ovejas guisadas, cuarenta litros de grano tostado, cien racimos de pasas y doscientos panes.

19. «Vayan —dijo a sus criados— y yo iré tras ustedes». Pero no le dijo a su marido lo que estaba haciendo.

20. Mientras descendía por el camino montada en su burro, se encontró con David que venía hacia ella.

21. David había estado pensando: «En vano le hicimos bien a este individuo. Protegimos sus ganados en el desierto para que nada se le perdiera ni le fuera robado, pero él me ha pagado mal por bien.

22. ¡Que Dios me maldiga si uno de sus hombres queda vivo mañana por la mañana!»

23. Cuando Abigaíl vio a David, se desmontó e hizo una reverencia delante de él.

24. —Señor, yo cargo con toda la culpa en esto —dijo postrada a sus pies—. Te ruego que escuches lo que quiero decirte.

25. Nabal es hombre de mal temperamento; pero no le hagas caso. Es un necio, que es exactamente lo que significa su nombre. Pero yo no vi a los mensajeros que enviaste.

1 Samuel 25