19. ¿Quién otro dejaría escapar a su enemigo cuando lo tiene en su poder? Que el SEÑOR te recompense bien por la bondad que me has mostrado en este día.
20. Y ahora comprendo que ciertamente vas a ser rey, y que Israel será tuyo y tú lo gobernarás.
21. Júrame por el SEÑOR que cuando esto ocurra no matarás a mi familia, ni destruirás a mis descendientes.