21. —Alabado sea el SEÑOR —dijo Saúl—. ¡Por fin alguien ha tenido compasión de mí!
22. Vayan nuevamente y asegúrense de que está allí y quién lo ha visto, porque yo sé que él es muy astuto.
23. Descubran en cuál de sus escondites se halla, y vuelvan con una información precisa. Entonces yo iré con ustedes. Y si él está en aquella zona lo encontraré, aun cuando tenga que registrar cada rincón de Judá.
24. Ellos, pues, adelantándose a Saúl, se dirigieron a Zif. David y sus hombres se hallaban en el desierto de Maón en el Arabá, al sur del desierto:
25. Saúl fue en su busca. David se enteró y descendió a un risco que se halla en el desierto de Maón.
26. Saúl y David estaban ahora en laderas opuestas de una montaña. Saúl y sus hombres comenzaron a rodearlos. David hizo todo lo posible por escapar, pero, al parecer, estaba perdido.
27. En esto le llegó a Saúl un mensaje en el que se le informaba que los filisteos estaban atacando nuevamente a Israel,
28. y Saúl tuvo que abandonar la persecución, y regresar a pelear contra los filisteos. Desde entonces el lugar donde David estuvo acampado ha sido llamado Sela Hamajlecot (Roca de las Separaciones).
29. Luego David se fue a vivir en las cuevas de Engadi.