3. »Dejen de actuar con tanto orgullo y arrogancia; el SEÑOR sabe lo que ustedes han hecho, y él juzgará sus acciones.
4. »Los que eran poderosos han perdido sus fuerzas; los que eran débiles ahora son fuertes.
5. Los que estaban hartos ahora pasan hambre, los que tenían hambre ahora se sacian.La mujer estéril, ahora tiene siete hijos; la que tenía muchos hijos ya no los tiene.
6. »El SEÑOR mata, el SEÑOR da vida.
7. Él empobrece a unos y enriquece a otros; él abate a algunos y enaltece a otros.
8. Él levanta al pobre desde el polvo, desde el montón de cenizas, y lo sienta entre los príncipes ubicándolo en un lugar de honor.»Porque el SEÑOR tiene dominio sobre la tierra.
9. Él protegerá a los piadosos, pero los impíos serán silenciados en las tinieblas.Ninguno podrá triunfar por su propia fortaleza.
23-24. «He estado oyendo quejas terribles contra ustedes —dijo Elí a sus hijos—. Es algo horroroso hacer que el pueblo de Dios peque. No, hijos míos,
25. el pecado ordinario recibe un fuerte castigo, pero ¿cuánto más los pecados que ustedes cometen contra el SEÑOR?»Sin embargo, ellos no quisieron escuchar a su padre porque el SEÑOR había resuelto que murieran.
26. El pequeño Samuel, en cambio, iba creciendo en estatura y en gracia ante todos y también ante el SEÑOR.
27. Un día un profeta vino ante Elí y le dio este mensaje del SEÑOR:«¿No mostré yo mi poder a tus antepasados levitas cuando el pueblo de Israel era esclavo en Egipto?
28. ¿No los escogí de entre todos sus hermanos para que fueran mis sacerdotes y para que sacrificaran sobre mi altar, quemaran el incienso y usaran las vestiduras sacerdotales mientras me servían? ¿No fui yo quien destinó las ofrendas de los sacrificios para ustedes los sacerdotes?
29. Entonces, ¿por qué tanta codicia en cuanto a las ofrendas que me son ofrecidas? ¿Por qué has honrado más a tus hijos que a mí? Porque tú has dejado que ellos engorden tomando lo mejor de las ofrendas de mi pueblo.
30. »Por lo tanto, yo, el SEÑOR Dios de Israel, declaro que aunque prometí que tu casa y la casa de tus antepasados llevarían el sacerdocio por siempre, no permitiré que se siga haciendo lo que tú haces. Honraré solamente a los que me honran, y despreciaré a los que me desprecian.
31. Pondré fin a tu familia para que nunca más sirvan como sacerdotes. Cada miembro de tu familia morirá antes de tiempo. Ninguno llegará a viejo.
32. Envidiarás la prosperidad que enviaré a mi pueblo. Pero tú y tu familia pasarán angustia y necesidad. Ninguno de ellos llegará a viejo.
33. Los que queden vivos vivirán con tristeza y dolor, y sus hijos morirán a espada.
34. Y para probar que lo que he dicho ocurrirá, haré que tus dos hijos, Ofni y Finés, mueran el mismo día.
35. Yo haré surgir un sacerdote fiel que me servirá y hará lo que yo le diga. Bendeciré a sus descendientes, y de su familia saldrán los sacerdotes que servirán ante mi rey ungido para siempre.
36. Y los descendientes tuyos que sobrevivan se inclinarán delante de él mendigando dinero y alimentos. “Por favor”, dirán, “dame un turno de trabajo entre los sacerdotes para que tenga de qué comer”».