54. Más tarde David llevó la cabeza de Goliat a Jerusalén, pero colocó sus armas en su tienda.
55. Cuando Saúl vio que David salía a pelear con el gigante, le preguntó a Abner, general de su ejército:—Abner, ¿de qué familia procede este joven?—No lo sé, realmente, —dijo Abner.
56. —Bien, averígualo —le dijo el rey.
57. Después que David dio muerte a Goliat, Abner lo llevó a la presencia de Saúl con la cabeza del filisteo aún en la mano.
58. —Dime, ¿quién es tu padre, hijo mío? —dijo Saúl—. Y David dijo:—Se llama Isaí y vivimos en Belén.