11. E hizo este voto: «Oh SEÑOR, Dios todopoderoso, si miras mi dolor y respondes a mi oración dándome un hijo, yo te lo devolveré y será tuyo por toda su vida, y jamás será cortado su cabello».a
12-13. Como Elí vio que Ana prolongaba mucho su oración y que movía los labios sin emitir sonido, pensó que estaba ebria.
14. —¿Cómo te atreves a venir aquí borracha? —le dijo—. ¡Deja ya tu borrachera!
15-16. —No, señor —contestó ella—, no estoy ebria; es que estoy muy triste y estaba derramando las penas de mi corazón delante del SEÑOR. No pienses que soy una borracha.
17. —En ese caso —dijo Elí—, alégrate, y que el Dios de Israel conceda tu petición, cualquiera que sea.
18. —¡Oh, gracias, señor! —exclamó ella, y regresó muy alegre y comenzó a comer nuevamente.
19. El día siguiente toda la familia se levantó temprano y fueron al santuario a adorar al SEÑOR una vez más. Entonces regresaron a su hogar en Ramá, y cuando Elcaná durmió con Ana, el SEÑOR se acordó de su petición.
20. Pasado el tiempo, ella tuvo un hijo. Y le puso Samuel (Pedido a Dios) porque, como ella dijo: «Se lo pedí al SEÑOR».
21. Al año siguiente, Elcaná y Penina y sus hijos fueron a ofrecer el sacrificio anual al santuario,
22. pero Ana no fue esa vez porque le dijo a su marido:—Espera hasta que el niño haya sido destetado. Entonces yo lo llevaré y lo dejaré allí para siempre.
23. —Bien, haz lo que te parezca mejor —contestó Elcaná—. Quédate hasta que destetes al niño, y que el Señor vea el cumplimiento de tu voto.Así que se quedó en casa hasta que destetó al niño.
24. Entonces, aunque era muy pequeño, lo llevaron al santuario en Silo, juntamente con un becerro de tres años para el sacrificio y veinticuatro litros de harina y un odre de vino.
25. Después del sacrificio llevaron al niño ante la presencia de Elí.
26. «Señor, ¿te acuerdas de mi? —le preguntó Ana—. Yo soy la mujer que estuvo aquí hace algún tiempo orando al SEÑOR.
27. Le pedí a él que me diera un hijo, y él ha respondido a mi petición.
28. Ahora lo traigo para entregarlo al SEÑOR para toda la vida». Y adoraron allí al SEÑOR.