1. Luego Salomón convocó en Jerusalén a todos los ancianos de Israel, los jefes de las tribus y clanes para que presenciaran el acto del traslado del cofre del pacto del SEÑOR desde el santuario en Sión, la ciudad de David.
10. Y cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, una nube brillante llenó el templo del SEÑOR.
11. Debido a la nube, los sacerdotes no pudieron quedarse para celebrar el culto, pues la gloria del SEÑOR llenaba todo el templo.
12-13. Entonces el rey Salomón oró diciendo: «SEÑOR, tú dijiste que vivirías en la oscuridad más densa; pero, SEÑOR, yo te he edificado esta hermosa casa, para que vivas en ella para siempre».