1 Reyes 22:2-18 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. Pero en el tercer año, mientras el rey Josafat, de Judá, visitaba al rey Acab, de Israel,

3. Acab le dijo a sus oficiales: «¿Se dan cuenta ustedes de que los sirios están aún ocupando nuestra ciudad de Ramot de Galaad? Y nosotros estamos aquí sentados sin hacer nada al respecto».

4. Entonces se dirigió a Josafat, y le preguntó:—¿Pelearemos juntos para recobrar la ciudad de Ramot de Galaad?El rey Josafat de Judá le respondió:—Desde luego. Tú y yo somos hermanos; mi pueblo está a tus órdenes, y mis caballos están a tu servicio.

5. Pero —añadió—, debemos consultar al SEÑOR primero, para estar seguros si esto es lo que él quiere que hagamos.

6. Entonces el rey Acab convocó a sus cuatrocientos profetas paganos y les preguntó:—¿Atacaremos a Ramot de Galaad?Y ellos respondieron:—Sí, vayan, porque el SEÑOR les ayudará a conquistarla.

7. Pero Josafat preguntó:—¿No hay por aquí un profeta del SEÑOR? Me gustaría consultarlo.

8. Sí, aquí hay uno —dijo el rey Acab—, pero yo lo odio, porque jamás me profetiza algo bueno, sino todo lo malo. Su nombre es Micaías hijo de Imlá.—¡Vamos! —respondió Josafat—. No digas tal cosa.

9. Entonces el rey Acab llamó a uno de sus sirvientes y le dijo:—Ve a buscar a Micaías. ¡Date prisa!

10. Entre tanto, todos los profetas seguían dando sus profecías delante de los dos reyes, que estaban con sus vestiduras reales, sentados en los tronos colocados en la era junto a la puerta de la ciudad.

11. Sedequías hijo de Quenaná, que era uno de los falsos profetas, hizo unos cuernos de hierro y declaró:—El SEÑOR promete que con estos cuernos cornearás a los sirios hasta destruirlos.

12. Y los otros estaban de acuerdo.—Ve y ataca Ramot de Galaad —le dijeron—, porque el SEÑOR te dará la victoria.

13. El mensajero que fue enviado a buscar a Micaías le dijo:—Mira, todos los profetas han anunciado que el rey saldrá bien librado en esta batalla. Así que debes concordar con lo que ellos están diciendo.

14. Pero Micaías le respondió:—Puedes tener la plena seguridad de que sólo hablaré lo que el SEÑOR me diga que hable. Esto es tan cierto como que el SEÑOR vive.

15. Cuando llegaron, el rey le preguntó a Micaías:—Micaías, ¿subiremos a atacar a Ramot de Galaad, o no?—¡Sí, por supuesto! ¡Sigan adelante! —le dijo Micaías—. Tendrás una gran victoria, porque el SEÑOR te hará vencedor.

16. —¿Cuántas veces debo decirte que me digas solamente lo que el SEÑOR te ha dicho? —le exigió el rey.

17. Entonces Micaías le dijo:—Vi a Israel esparcido por las montañas, como ovejas sin pastor. Y el SEÑOR dijo: «El rey de ellos está muerto, así que no tienen quién los gobierne. Pídeles que se vayan a sus casas en paz».

18. Volviéndose a Josafat, Acab se quejó:—¿No te dije lo que ocurriría? Él jamás me da buenas noticias. Siempre me anuncia el mal.

1 Reyes 22