4. Por su parte, Acab le envió esta respuesta: «Bien, señor mío, tal como tú lo dices, yo soy tuyo, y todo lo que tengo es tuyo».
7. Entonces Acab convocó a sus consejeros:—Miren lo que este hombre está haciendo —se quejó—. Sigue buscando problemas, a pesar de que le dije que podía llevarse las mujeres, los niños, el oro y la plata, tal como lo había pedido.
8. —No le entregues nada más —le aconsejaron los ancianos.
9. Entonces él les dijo a los mensajeros de Ben Adad:—Díganle a mi señor, el rey: “Yo te daré todo lo que pediste la primera vez, pero lo otro no”.Entonces los mensajeros regresaron para darle el mensaje a Ben Adad.