5. Salomón adoró a Astarté, la diosa de los sidonios, y a Moloc, el dios abominable de los amonitas.
6. Salomón, pues, hizo claramente lo malo y se negó a seguir al SEÑOR. Así que no siguió el ejemplo de su padre.
7. Llegó a edificar un santuario en el monte que está frente a Jerusalén, para Quemós, el depravado dios de Moab, y otro para Moloc, el ídolo abominable de los amonitas.
8. Estas cosas hizo Salomón para sus esposas extranjeras, para que ellas pudieran ofrecer incienso y sacrificios a sus dioses.
11. Por eso, el SEÑOR le dijo: «Puesto que no has guardado mi pacto y no has obedecido mis leyes, les quitaré el reino a ti y a tu familia, y se lo daré a uno de tus servidores.
14. El SEÑOR hizo que Hadad el edomita, que era miembro de la familia real de Edom, se fortaleciera y se convirtiera en enemigo de Salomón.
15. Años antes, cuando David derrotó a los edomitas, Joab, que era el jefe del ejército de Israel, fue a Edom para sepultar a sus hombres muertos en batalla, aprovechó la ocasión para dar muerte a casi todos los varones del país.
19. Hadad se convirtió en uno de los amigos más íntimos del faraón, y éste le dio por esposa a la hermana de la reina Tapenés.
20. Ella le dio un hijo, que fue llamado Guenubat, que creció en el palacio del faraón, entre los mismos hijos del faraón.
21. Cuando Hadad supo, en Egipto, que David y Joab habían muerto, pidió permiso al faraón para regresar a Edom.
22. —¿Por qué? —le preguntó el faraón—. ¿Qué es lo que te falta aquí? ¿En qué te hemos defraudado?—Todo es maravilloso —contestó—, pero aun así me gustaría regresar a mi tierra.