4-5. Estas contribuciones personales consisten en cien mil kilos de oro de Ofir, y doscientos treinta mil kilos de plata pura destinada a recubrir las paredes de las edificaciones, y para los artículos de oro y plata, y para cualquier otro trabajo que se requiera. Ahora, pues, ¿quién seguirá mi ejemplo? ¿Quién, por amor al SEÑOR, dará una ofrenda voluntaria para el templo?»
6-7. Entonces los dirigentes de clanes, los jefes de tribus, los oficiales del ejército y los funcionarios administrativos del rey hicieron entrega de ciento sesenta y cinco mil kilos y diez mil monedas de oro, trescientos treinta mil kilos de plata, seiscientos mil kilos de bronce y tres millones trescientos mil kilos de hierro.
8. También contribuyeron con grandes cantidades de joyas, las cuales fueron depositadas en la tesorería del templo del SEÑOR, que estaba a cargo de Jehiel (descendiente de Guersón).