18. “Te daré la tierra de Canaán como tu herencia”.
19. Cuando los israelitas eran pocos, muy pocos, y tan sólo extraños en la Tierra Prometida;
20. cuando iban errantes de país en país, de un reino a otro,
21. Dios no permitió a nadie que les hiciera daño.Por amor a su pueblo, les advertía a los reyes:
22. “No hagan daño a mi pueblo escogido;no traten mal a mis profetas”.
23. »¡Que toda la tierra cante al SEÑOR!¡Declaren todos los días que el SEÑOR es quien salva!
24. ¡Muestren su gloria a las naciones!Proclamen a todos sus maravillas.
25. Por cuanto el SEÑOR es grande y digno de ser siempre alabado;es más temible que todos los dioses.
26. Pues los otros dioses son solo imágenes;pero el SEÑOR hizo los cielos.
27. Majestad y honor marchan delante de él.Poder y belleza hay en su santuario.
28. »¡Habitantes de todas las naciones de la tierra, reconozcan el gran poder de nuestro Dios, y adórenlo!
29. Sí, ¡aclamen al SEÑOR, y ríndanle la alabanza que se merece!Traigan una ofrenda y vengan delante de él;¡adoren al SEÑOR en su santuario!
30. ¡Tiemble delante de él toda la tierra!Él creó el mundo y lo puso en su lugar, y el mundo no se moverá.