47. Adán fue hecho del polvo de la tierra, pero Cristo descendió del cielo.
48. Cada ser humano tiene un cuerpo como el de Adán; y los que viven en el cielo, tienen un cuerpo como el de Cristo.
49. Al igual que ahora hemos llevado la imagen de Adán, un día nos pareceremos a Cristo.
50. Les digo, hermanos míos, que ningún cuerpo de carne y hueso podrá entrar en el reino de Dios. Este cuerpo corruptible no puede heredar lo que es incorruptible.