4. Por eso, si un hombre no se descubre la cabeza mientras ora o predica, deshonra a Cristo.
5. Y si una mujer ora o profetiza en público sin cubrirse la cabeza, deshonra al esposo. Es como si estuviera rasurada por completo.
6. Por eso, si la mujer se niega a cubrirse la cabeza, debe cortarse el pelo. Y si no quiere cortárselo porque le es vergonzoso, cúbrase la cabeza.
7. Pero el hombre no debe ponerse nada en la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios. La gloria del hombre es la mujer,
8. porque el primer hombre no salió de una mujer, sino que la primera mujer salió de un hombre.
9. Y el primer hombre, Adán, no fue hecho para Eva, sino ella para beneficio de Adán.
10. Por eso es por lo que la mujer debe cubrirse la cabeza como señal de la autoridad del hombre, y por respeto a los ángeles.
11. Pero recuerden que unidos al Señor, el hombre y la mujer se necesitan mutuamente,
12. porque aunque la primera mujer salió de un hombre, desde entonces todos los hombres nacen de mujer, y todos proceden de Dios.
13. ¿Qué opinan realmente de esto? ¿Está bien que la mujer ore en público sin cubrirse la cabeza?
14. ¿El mismo orden natural de las cosas no nos enseña que es vergonzoso que el hombre se deje crecer el pelo?
15. Para la mujer, por el contrario, es una gloria llevar los cabellos largos, pues le sirven de velo.
16. El que quiera discutir este asunto, que lo discuta. Pero debe tener en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las demás iglesias de Dios.
17. En esto que ahora les voy a escribir no puedo felicitarlos: me han dicho que cuando se congregan, resulta más para mal que para bien.
18. Me han informado que se arman grandes discusiones en dichas reuniones, y en parte lo creo.
19. Sin duda, debe haber grupos sectarios entre ustedes, para que se vea quienes cuentan con la aprobación de Dios.
20. Cuando ustedes se juntan a comer, no comen la Cena del Señor
21. sino la de ustedes. Me dicen que, al comer, cada uno come su propia comida y, como resultado, algunos se quedan con hambre, mientras que otros se emborrachan.