26. Fíjense, hermanos, en los que Dios ha llamado entre ustedes: pocos son sabios, poderosos o nobles, según los criterios humanos.
27. Deliberadamente Dios ha escogido a los que el mundo considera tontos y débiles, para avergonzar a los que el mundo considera sabios y fuertes.
28. Ha escogido a los que en el mundo no tienen importancia alguna, para destronar a los que el mundo considera grandes.
29. De modo que nadie pueda jactarse en la presencia del Señor.
30. Por Dios es por quien ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación y nuestra redención.
31. A fin de cuentas, como dicen las Escrituras:“El que quiera sentirse orgulloso, que se enorgullezca de lo que el Señor ha hecho.”