13. ¿Sufre alguno de ustedes? Que ore. ¿Está gozoso? Que alabe al Señor.
14. ¿Ha caído enfermo? Que mande llamar a los presbíteros de la Iglesia para que lo unjan con aceite en el nombre del Señor y hagan oración por él.
15. La oración hecha con fe sanará al enfermo; el Señor lo restablecerá y le serán perdonados los pecados que haya cometido.