6. Luego se fue a la era e hizo todo lo que su suegra le había ordenado.
7. Boaz comió, bebió y se sintió a gusto. Después fue a acostarse junto al montón de grano. Entonces Rut llegó con sigilo, le destapó los pies y se acostó allí.
8. A medianoche el hombre sintió un escalofrío y, al darse la vuelta, encontró una mujer acostada a sus pies,
9. y le preguntó:—¿Quién eres tú?Ella respondió:—Soy Rut, tu servidora. Cúbreme con tu manto*, pues eres mi rescatador legal.
10. Boaz le dijo:—¡El Señor te bendiga, hija! Esta muestra de fidelidad supera aún a la anterior, pues no has pretendido a ningún joven, sea rico o pobre.