Mateo 27:49-54 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

49. Pero los otros le decían:—Deja, veamos si viene Elías a salvarlo.

50. Jesús, entonces, lanzando otra vez un fuerte gritó, expiró.

51. De pronto, la cortina del Templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló y las rocas se resquebrajaron;

52. las tumbas se abrieron y resucitaron muchos creyentes ya difuntos.

53. Estos salieron de sus tumbas y, después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa, donde se aparecieron a mucha gente.

54. El oficial del ejército romano y los que estaban con él vigilando a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que estaba sucediendo, exclamaron sobrecogidos de espanto:—¡Verdaderamente, este era Hijo de Dios!

Mateo 27