9. De la víctima, pasada por el fuego como sacrificio de comunión, se reservará para el Señor la grasa, la cola entera cortada desde el espinazo, la grasa de las vísceras y toda la de las entrañas del cordero;
10. asimismo los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones.
11. Entonces el sacerdote quemará todo esto sobre el altar como alimento ofrecido al Señor.