13. En consecuencia, mejoren su conducta y sus acciones, y hagan caso a lo que dice el Señor, su Dios; solo así se arrepentirá del mal que había anunciado contra ustedes.
14. En cuanto a mí, en sus manos estoy. Hagan conmigo lo que les parezca bien y justo.
15. Pero han de saber que, si me matan, se harán responsables de una muerte inocente ustedes, esta ciudad y cuantos la habitan, pues es cierto que el Señor me ha enviado a transmitirles todo lo que he dicho.
16. Los dignatarios y la gente presente dijeron a los sacerdotes y a los profetas:—Este hombre no es reo de muerte, pues nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios.
17. Entonces algunos ancianos del país se pusieron de pie y dijeron a la asamblea del pueblo:
18. —Miqueas de Morasti profetizó en tiempos de Ezequías, rey de Judá, a toda la población de Judá, en estos términos:Así dice el Señor del universo:Sión será un campo arado,Jerusalén, un montón de ruinas,y el monte del Temploun cerro de maleza.
19. ¿Lo condenaron a muerte Ezequías, rey de Judá, y los propios judaítas? ¿No sintieron más bien respeto por el Señor y lo aplacaron? De ese modo, el Señor se arrepintió del mal que había previsto hacerles. Nosotros, en cambio, nos estamos acarreando una terrible desgracia.